¿Cómo se practica el “reskilling” o reciclaje profesional?

¿Cómo fidelizar el talento y satisfacer una nueva demanda de conocimiento dentro de la organización?

La última tendencia en RRHH es impulsar el “reskilling” de sus empleados, o reciclaje para cubrir un nuevo puesto, que combina estos elementos:

• formación o “lifelong learning”, en línea con esta concepción afianzada del aprendizaje continuo y la mejora de las habilidades y conocimiento a lo largo de toda la vida profesional del trabajador;
• fidelización del empleado, ya que en lugar de buscar talento fuera, se premia el de dentro con trabajadores que han demostrado su implicación y actitud para afrontar un nuevo reto empresarial;
• satisfacción del empresario, ya que encuentra dentro de su equipo el talento necesario para formar a un empleado para adaptarlo a un nuevo puesto en la empresa;
• reducción de los procesos de selección y, en consecuencia, de los periodos de adaptación;
• combaten la brecha digital en el seno de la empresa y la hacen más competitiva.

La transición hacia las “hard skills”

Generalmente, esta nueva demanda de puestos se centra en el ámbito tecnológico. De hecho, ya hay estudios que revelan que no hay suficientes perfiles profesionales para el tipo de puestos que demandará el futuro del trabajo, con el foco en la innovación, Big Data y el Internet de las cosas.

Paradójicamente, pasamos del boom de las “soft skills” –basadas en las actitudes y habilidades ligadas con la inteligencia emocional, la capacidad de comunicación o la gestión del cambio-, a las “hard skills”- centrada en los conocimientos técnicos y aptitudes para ocupar un determinado puesto.

¿Qué diferencia existe entre el “upskilling” y el “reskilling”?

Como señalan los expertos, la diferencia entre ambos conceptos se sitúa en la finalidad de la formación. Por un lado, el “upskilling” persigue enseñar a un empleado nuevas competencias para optimizar su desempeño creando así trabajadores más especializados.

Por su parte, el “reskilling” o reciclaje profesional, como veíamos, busca formar a un empleado para adaptarlo a un nuevo puesto en la empresa para hacerlo más versátil con las ventajas que enunciábamos anteriormente.

Una formación acorde con la demanda actual

En efecto, tal y como destaca la revista empresarial GD Empresa, en un artículo sobre el futuro del empleo, “las competencias de nuestro país en transformación digital, son menores que las del resto de Europa. Conviene, pues, hacer un esfuerzo en la adaptación de los trabajadores a este nuevo ecosistema laboral”.

Es decir, hay que hacer una inversión en nuevas competencias y habilidades para cubrir aquellos puestos que la formación académica o tradicional no logra alcanzar.